Te di mi corazón. Aunque, desafortunadamente, creo que solo lo hice yo.
Perdiste todo lo que amabas y ahora te niegas a amar, pero juro cuidarte y soportar el peso del futuro sobre mis hombros, aunque tú no estés a mi lado. Al final eso es una nimiedad mientras permanezcas en mi corazón.
Oraré por tu amor, rezaré por tu felicidad. Siempre.