El. Solo el.
El con su mirada azul penetrante mirando a la nada mientras inundaba sus pulmones de humo cada vez que se sentía vacío.
El que con su voz te alegraba la tarde entera aunque haya sido el peor día tú vida. Su voz, su dulce voz esa voz que parecía tallada por los mismos dioses, esa voz que cuando la escuchas te dan ganas de seguir luchando, esa voz que nunca te cansabas de escuchar porque ya formaban parte de tu vida, esa voz que sonaba como un perfecto soneto cuando viajaba a través de tus oídos y retumbaba en tu cabeza como un eco perfecto.
Esa voz que aunque sonaba rota y despellejada, frágil y débil siempre estaría allí para ti para evitar tu dolor, para evitar tu sufrimiento para evitar que te rompas como el.
Como te abraza con esas brazos cuando sientes que el mundo se te viene encima y no puedes hacer nada , como con el insignificante tacto de su piel contra la tuya te sientes protegida de cualquier mal, te sientes a salvo pero a la vez libre te sientes feliz y parece que tu cuerpo entero esta undido en una paz interior y que te brindan esos brazos cuando te rodean para evitar que acabas con el. Para evitar que tengas que añadir un sueño roto más a tu boulevard. Pero eso ya ha pasado, no lo comprendí hasta que ya no pude volver a sentir su tacto, hasta que ya no pude escuchar su angelical voz pronunciando mi nombre una y otra vez seguido de un “cállate”, no lo comprendí hasta que noté que lo necesitaba para ser feliz que él era esa pequeña pieza que le hacía falta a mi vida para que no se derrumbase y no lo comprendí hasta los ojos se me empezaron a cristalizar y oí mi corazón partirse dentro de mi, sentí que ya nada en mi tenía sentido como si toda mi vida fueras tú, como si fueses ese ancla que me seguía teniendo atada a la realidad para que pudiera vivir una vida feliz. Pero lo ancla ya no tenía fuerzas y se despegó, mi ángel estaba cansado y se dejó caer, mi otra mitad no aguantaba más y se fue, mi pequeña pieza que hacía que todo fuera perfecto desapareció, mi persona, aquella con al que me sentía viva, con la que me sentía yo, aquella persona se fue y me dejó sola y si hubiese sabido que ese momento sería el ultima que pasamos juntos le habría abrazado, le habría abrazado de tal manera que oiría sus costillas romperse de la presión que estoy haciendo contra mi pecho, lo haría con tanta fuerza que me tendría que suplicar que parase para poder coger aire le habría dado ese tipo de abrazo que hacen que dos personas se fundan y se conviertan en una sola por el resto de sus vidas. Pero no fue así él se fue y no me pude despedir... Ahora solo me queda pensar que este donde este va a ser feliz y que va estar cuidando de mi como hizo mientras aun seguía a mi lado, como hizo mientras me derrumbaba, como hizo de la mismo forma en la que él se merecía ser tratado y Diablos Leyre porque no lo trataste así tú también Quizás pensaste que solo tú estabas mal? Él te confesó que estaba roto y tú le ayudaste con todo tu ser le ayudaste tanto que te quemaba el alma ir a su ritmo pero eso te daba igual porque era EL, y si vale puedes pensar que a él “ya no le duele” pero juro que voy a pasar cada día de mi vida intentando construir mi boulevard, Nuestro boulevard porque al final estés donde estes todos acabamos igual, en un boulevard de los sueños rotos.

Every once in a while, I still think about the times we all laughed together