Te quise tanto tiempo que mi propia cabeza se amuebló a tu comodidad. Nunca debí acostumbrarme a ti, pero a día de hoy que pude encontrar la felicidad en alguien más, he podido realizar que jamás fuiste bueno para mí. A pesar de ello, te agradezco los buenos momentos y los buenos días que pasé contigo, ojalá y puedas ser todo lo feliz que no fuiste conmigo.